jueves, 10 de diciembre de 2009

LA LEYENDA CONTINÚA...

Según la tradición romana fueron los hermanos gemelos Rómulo y Remo los fundadores de Roma, aunque la historia fija el origen de la ciudad eterna a finales del s. VII a. C, lo que invalida completamente el mito.

Cuenta la leyenda que Numitor era el rey de Alba Longa por aquel entonces, una ciudad del Lacio, quien fue destronado por su hermano Amulio. Éste lo expulsó de la ciudad y mató a todos sus hijos varones exceptuando a su única sobrina, Rea Silvia, pero para asegurarse que ésta no tendría descendencia la obligó a convertirse en sacerdotisa de la diosa Vesta (diosa del hogar). Un día, mientras Rea Silvia dormía en la orilla de un río, el dios Marte (dios de la guerra) se encandiló al verla y la poseyó, como consecuencia de esta unión nacieron dos niños a los que Silvia llamó Rómulo y Remo, por miedo a lo que pudiera hacerles el rey Amulio, colocó a sus hijos en una cesta en el río Tíber, la cesta estuvo navegando hasta que los encontrara una loba que los amamantó hasta que fueron recogidos por Fáustulo, un pastor y su mujer Aca Larentia.

Cuando los gemelos crecieron descubrieron su verdadero origen por lo que decidieron regresar a Alba Longa y matar a Amulio restaurando en el trono a su abuelo. En agradecimiento les entregó territorios al noroeste del Lacio. En el 753 a.C. los hermanos decidieron fundar una ciudad en el lugar donde naufragó la cesta.

Rómulo por su parte trazó el perímetro de la ciudad con un arado y juró que mataría a quien pasara los límites sin permiso. Remo pensando que su hermano no haría efectiva su amenaza cruzó la línea y Rómulo lo mató pasando a ser el rey de la nueva ciudad.

“Maravilloso descubrimiento arqueológico”, así ha sido calificado por el ministro de Cultura Italiano, Francesco Rutelli, el hallazgo del lugar donde, según la leyenda de la fundación de Roma, una loba amamantó a los gemelos Rómulo y Remo, fundadores de Roma.
El descubrimiento de un cubil recubierto de mosaico y conchas tuvo lugar durante las obras para acondicionar la colina del Palatino, llevadas a cabo por la Superintendencia Arqueológica de Roma. La gruta se encuentra 16 metros de profundidad aproximadamente, tiene un diámetro de 6,53 m. y una altura de 7,13 m.

Las imágenes de dicha gruta se pueden encontrar en la página del Ministerio de Cultura italiano. Según los arqueólogos, el asombroso hallazgo de la cueva, ha sido posible gracias a una sonda que cuenta con una cámara operada por control remoto.

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