Ciencias Sociales para Tod@s
Blog de carácter educativo y pedágogico especialmente dirigido a estudiantes de ESO y Bachillerato. Un espacio para la Cultura, el Arte, la Historia y la Sociedad en general.
jueves, 24 de enero de 2019
HOW TO SAVE WATER?
MORE ACTIVITIES WITH OUR ASSISTANT ANA. IN THIS CASE, STUDENTS ARE LEARNING ABOUT HOW IMPORTANT AND NECESSARY IS TO SAVE WATER.
IN CLASS, STUDENTS WORK IN PAIRS AND THINK ABOUT IDEAS IN ORDER TO NOT WASTE WATER.
WHAT DO YOU DO TO SAVE WATER?
Etiquetas:
GEOGRAPHY,
HIDROSPHERE,
HISTORY,
WATER
viernes, 24 de febrero de 2017
EL PAPEL DEL PROFESOR EN LA ENSEÑANZA DEL SIGLO XXI
PASCUAL RUIZ MARTÍNEZ
EDUCACIÓN
Y COMUNICACIÓN EN EL CIBERESPACIO
|
ÍNDICE
1.
INTRODUCCIÓN:
EL MODELO EDUCATIVO ESPAÑOL ¿RUPTURA O CONTINUIDAD?
En el presente ensayo se pretende analizar el rol que ocupa el
profesorado en el sistema educativo actual, el cual se está viendo altamente influenciado, e incluso alterado,
por la irrupción de esa galaxia Internet de la que hablaba Manuel Castells
(2001)[1],
una galaxia que no solo está afectando a la educación sino que está removiendo
los cimientos de la sociedad, de la cultura y de la economía a nivel global, a
una velocidad nunca antes vista y con unas consecuencias, a largo plazo, que
son del todo impredecibles.
Sin embargo, el modelo educativo español (el regulado se
entiende) parece mantenerse impertérrito, por el momento, a los nuevos cambios
sociales y culturales provocados, en parte, por ese “tsunami” que representa la
Red y todos los recursos que ésta ofrece. Los paradigmas pedagógicos que siguen
articulando las enseñanzas en nuestro país aún siguen teniendo como base el
constructivismo y el cognitivismo de principios del siglo anterior.
Además, la Educación en España adolece de una excesiva ideologización[2]
lo que la ha convertido en un arma arrojadiza entre los principales partidos de
nuestro país sin que se haya realizado
una reforma consensuada y realmente de calado.
Otro de los factores que se tienen en cuenta a la hora de
examinar la educación en nuestro país son los derivados de los informes PISA
elaborados por la OCDE[3]
que sitúan a España a la cola en la mayoría de indicadores analizados. Uno de
los indicadores más relevantes es el de fracaso escolar que se sitúa en el 20%
para el año 2015, según Eurostat,
casi doblando a la media europea. Pero España también es líder en tasa de
repetición, en inversiones no
rentabilizadas en términos educativos, en profesores totalmente descontentos,
etc. Esta situación obliga a replantearse por completo el modelo educativo
español en sí mismo, a analizar cuáles
son las causas de su fracaso y, sobre todo, a realizar propuestas para
mejorarlo. Sin embargo, este análisis
desbordaría los límites fijados para este trabajo centrado más en la figura del
profesor.
Lo cierto es que, salvo alguna modificación en la metodología y
en el sistema evaluativo, la enseñanza en España sigue siendo muy parecida a la
de hace cincuenta años: conocimientos organizados en asignaturas a modo de
compartimentos estanco (casi sin ninguna relación entre ellas), exámenes con un
peso muy elevado en las calificaciones, uso excesivo del libro de texto,
transmisión de los conocimientos a través de clases magistrales y relaciones
altamente jerarquizadas entre profesores y alumnado son algunas de las
características más definitorias de nuestro sistema. Para el profesor del MIT,
Peter Senge, el sistema educativo se basa en el modelo de la revolución
industrial que potencia un aprendizaje
pasivo “los profesores hablan mientras los alumnos permanecen sentados y
callados”.[4]
Mientras que el sistema educativo actual ofrece múltiples
muestras de agotamiento tenemos una sociedad que ha cambiado enormemente en los
últimos años. Si España en los años 80 solo tenía solo dos canales de
televisión, en 2015 un 87% de la
población cuenta con un Smartphone[5].
La magnitud del cambio social no es
comparable a ningún otro momento de nuestra historia reciente o pasada. Entre
otras cosas, ha cambiado nuestra forma de comunicarnos y de acceder a la
información. Esta transformación afecta, como no podía ser de otra manera, a la esfera educativa que se ha de preparar,
de manera ya indefectible, para la transformación más profunda y radical de los
últimos siglos.
Una nueva sociedad, cultura y economía basadas en la transmisión
del conocimiento y en el aprendizaje como una experiencia vital se imponen a
velocidad de vértigo, tal y como señala de nuevo el filósofo Marina (2015, pág.
112). O la educación cambia en nuestro país o está abocada a seguir ofreciendo
datos mediocres en la mayoría de informes educativos. Ese cambio, como se verá más adelante, va
ligado necesariamente a la asunción de un nuevo rol por parte de los
profesores.
2.
LOS
CAMBIOS PRODUCIDOS POR LAS TIC EN LA EDUCACIÓN
Las leyes educativas que se han ido sucediendo en los últimos
años han realizado un tratamiento muy superficial de las TIC y del impacto que
éstas tienen en la educación. Se hacen breves referencias al tratamiento las
“tecnologías” en los preámbulos y también se incide en lo necesario de potenciar
el desarrollo de la competencia digital en las aulas pero sin arriesgar
demasiado introduciendo auténticos cambios en las metodologías. Así en el preámbulo de la Ley Orgánica 8/2013 de
mejora de la calidad educativa de 9 de diciembre (LOMCE) leemos: “Necesitamos
propiciar las condiciones que permitan el oportuno cambio metodológico, de
forma que el alumnado sea un elemento activo en el proceso de aprendizaje. Los
alumnos y alumnas actuales han cambiado radicalmente en relación con los de
hace una generación. La globalización y el impacto de las nuevas tecnologías
hacen que sea distinta su manera de aprender, de comunicarse, de concentrar su
atención o de abordar una tarea”.
Se
reconoce por tanto que las tecnologías están cambiando la forma en la que se
aprende y ya no se discute la pertinencia de su uso en
las aulas porque existe una apuesta clara y
decidida por parte de las autoridades y de toda comunidad educativa.
Las TIC digitales “permiten crear entornos que integran los sistemas semióticos
conocidos y amplían hasta límites insospechados la capacidad humana para
(re)presentar, procesar, transmitir y compartir grandes cantidades de
información con cada vez menos limitaciones de espacio y de tiempo, de forma
casi instantánea y con un coste
económico cada vez menor” (Coll y Martí, 2001) por lo que su aplicación en las
aulas tanto como fuera de ellas se reconoce como positiva. Pero no solo existe una apuesta decidida por
alas TIC en el plano normativo, los datos del INTEF, el Instituto Nacional de
Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado en su informe de 2016 nos
ofrece una serie de indicadores que destaca la tendencia al alza del uso de
Internet y de los ordenadores en las aulas: El 86,8% de los centros escolares
disponía de conexión a Internet por WiFi
en el curso 2014- 2015.[6] En
ese mismo curso había, de media, 3 alumnos por ordenador. Además, este informe
constata que el alumnado valora de manera más positiva aquellas materias en las
que se utilizan herramientas digitales. Debemos recordar que los estudiantes actuales son, en su mayoría,
nativos digitales, que en su acepción más general, hace referencia a un grupo de individuos que
han crecido con Internet y que están familiarizados con las tecnologías en
general. En todo caso son unos individuos cuya cultura y esquemas mentales les
impiden aprender de la misma forma que se hacía en generaciones anteriores:
“Resulta evidente que nuestros estudiantes piensan y procesan la información de
modo significativamente distinto a sus predecesores” (Prenski, 2001).
Así
pues, como se ha indicado, tanto los datos de penetración del uso de
tecnologías en el aula como la valoración que se hace de ellas por parte de las
instituciones y de la comunidad educativa nos indican que las TIC han venido
para quedarse en los centros educativos. Aunque con algunos contrastes, el uso de las
tecnologías de la información para desarrollar los diferentes elementos del
currículo se está extendiendo en la mayoría de países europeos como se recoge
en el informe de la red Euridyce elaborado por la Comisión
Europea[7].
Miles de aplicaciones educativas, profesores online, páginas web
especializadas, blogs con centenares de recursos digitales o plataformas
educativas en la red están cambiando seriamente el panorama de la educación tal
y como se venía concibiendo hasta ahora. Algunos teóricos como el ya mencionado
Coll o Feito (2001) enumeran algunas de las posibles bondades (para ellos aún
no demostradas empíricamente): mayor accesibilidad, integración, penetración,
etc. Mientras que otros piensan que la educación se puede transformar en algo
más líquido y perecedero que corre el riesgo de “transformar el conocimiento en
una mercancía” (Bauman, 2009, pág.30).
Lo
único que parece seguro es que estos cambios tecnológicos, están obligando a
replantear el papel del profesor en las aulas (tanto reales como virtuales).
Una función y un rol que se está viendo seriamente condicionado por el cambio
en la metodología y en el acceso a la información derivado del uso de las
tecnologías.
Examinaremos
a continuación, la evolución histórica de ese actor tan importante en la
educación como es el profesor para, más tarde, analizar los retos a los que se enfrenta en la actualidad.
3. EVOLUCIÓN
HISTÓRICA DEL PAPEL DEL PROFESOR
A los sofistas del siglo V a.C. los podríamos identificar y
salvando todas las distancias, como los primeros maestros de la historia. En la
Grecia Antigua se le daba mucha importancia a la educación que recibían las
personas que aspiraban a ejercer algún importante cargo público[8].
En Roma también la educación cumple una función social aunque los profesores
gozan de un menor prestigio.
Durante la Edad Media el conocimiento se organizó en torno a las
enseñanzas del Trivium y el Quadrivium siendo los maestros personas vinculadas
a las distintas instituciones religiosas. El saber quedará “cautivo” en los
monasterios y en manos de unos pocos hasta que, a finales de este periodo
comiencen a surgir las primeras universidades como muestra de una incipiente
secularización de la sociedad. Llegado el Humanismo la ciencia y el
conocimiento se vaya abriendo a una
parte más amplia (aunque todavía residual) de la sociedad. La imprenta también
jugó un papel muy destacado para la difusión de la cultura. Será en la
Ilustración cuando los pensadores se cuestionen, desde una perspectiva, el
papel del profesorado y de la escuela en general apostando por su reforma y su
penetración a capas sociales más bajas. En el siglo XIX y principios del XX
surgen, finalmente, los pedagogos (Pestalozzi, Montessori o Freinet entre
otros) que alimentaron las ideas de una
necesaria renovación de la escuela, de su metodología y de sus agentes más
importantes, entre ellos el profesorado. Los grandes paradigmas establecidos
por estos teóricos de la educación siguen imperando, de una manera u otra, en nuestro
actual modelo educativo.
Una vez realizada esta sucinta descripción de la evolución histórica de la educación y del rol que el
maestro ha desempeñado en ella, podemos establecer una serie de características
esenciales:
·
La educación era algo
exclusivo sólo al alcance de una minoría privilegiada.
·
El profesor asumía un papel
de transmisor de conocimientos y las clases eran esencialmente magistrales.
·
Las relaciones entre
educador y educando eran esencialmente verticales y profundamente
jerarquizadas. González Pérez afirma “El maestro, a través de los tiempos, es
el que instruye, forma, tiene los privilegios de la edad y del saber, siempre
tiene razón, será un juez y un ejecutor, es quien distribuye reproches,
castigos y premios”.[9]
·
El educador ha estado, de
una manera u otra, vinculado a las elites del poder y ha propiciado la
reproducción de las ideas imperantes y la conservación de las relaciones de
clase, en consonancia con las ideas de Bourdieu y Passeron (2008).
En definitiva, un docente que asumía un cometido esencial y
determinante a la hora de dirigir las distintos procesos de
enseñanza-aprendizaje y con una autoridad, en todos los ámbitos,
incuestionable. Sólo con los planteamientos teóricos de la moderna pedagogía,
la escuela tradicional “magistrocentrista” fue dando paso a un nuevo tipo de
escuela donde el papel central lo asumía el propio conocimiento, obligando, pues, a replantear la posición y función del profesorado como
veremos inmediatamente.
4.
EL ROL
DEL PROFESOR EN EL SISTEMA EDUCATIVO ACTUAL.
La figura del profesor actual difiere mucho de la tradicional.
Aunque aún existan docentes al estilo de la “vieja escuela”, la gran mayoría de
ellos ha empezado a introducir no ya cambios en su metodología sino a realizar
un completo replanteamiento de su función y de las relaciones que establecen
con el alumnado. Muchos lo están haciendo de motu proprio porque, aunque la legislación y las autoridades
educativas están incidiendo en un nuevo marco metodológico y relacional lo
cierto es que las directivas son difusas o, a veces, inexistentes.
El profesor empieza a romper esa relación jerarquizada y
vertical que mantenía con el alumnado. Las
nuevas formas de acceso al conocimiento (mucho más autónomas e instantáneas) están propiciando un cambio en el rol del
profesor que está dejando de ser un mero transmisor de conocimientos a un
facilitador de los mismos: “the only possible sort of intervention [of the
teacher] is support” (Holec, 1985, pág.184). Un apoyo que ha de ser a nivel
técnico pero también, y de manera fundamental, psicosocial.
El aprendizaje pasivo,
aunque todavía se resiste a abandonar las aulas, está dando lugar a un nuevo
modelo donde los alumnos son los protagonistas y asumen un papel mucho más
proactivo dando respuestas a problemas de su entorno. Ese es el espíritu del
aprendizaje por competencias ya desarrollado por Delors[10]
en los años 90 y consagrado por la LOE. Sin embargo, aunque desde esta y otras
leyes se impulsó un nuevo modelo de aprendizaje no se estableció de manera
clara cuál debía ser la metodología y la forma de evaluar esas competencias.
En definitiva, el profesor ya no debe ser esa figura de
autoridad incuestionable que atesora todas las respuestas sino que ha de
iniciar un camino que lo lleve a romper con ese modelo profesor-céntrico y a
renunciar, en gran parte, a las metodologías desfasadas que han sido tan
dañinas para los discentes porque, en esencia, consistían en satisfacer
exclusivamente las peticiones del profesor.
5.
EL
PAPEL DEL DOCENTE: MODELOS TEÓRICOS Y PRÁCTICOS.
A continuación vamos a hacer referencia a algunas de las teorías
más extendidas acerca de los nuevos roles que los profesores han de asumir tras
los cambios sociales “licuefacción acelerada de marcos e instituciones sociales” (Bauman, 2005) y tecnológicos (horizontalidad,
web 2.0. o cocreación entre otros). De igual modo se describirán algunas de las
experiencias reales que se están llevando a cabo en las aulas y que han supuesto una transformación profunda
de la posición y de la función del profesorado.
5.1.
Propuestas teóricas para el profesor del siglo XXI.
La ya citada LOE, establece en el artículo 91 que una de las
funciones del docente es la de “investigación, la experimentación y la mejora
continua en los procesos de enseñanza-aprendizaje”. Los profesores están
encomendados a conocer y experimentar con nuevas propuestas
pedagógicas y metodológicas que se
traduzcan en una mejora de la educación en sí misma. Una vez que parecen superados los modelos
cognitivista, conductista y constructivista aparecen otras nuevas teorías como
la del conectivismo que busca adaptar
los procesos de aprendizaje a las características de la nueva sociedad digital[11].
Veamos algunos modelos derivados de ésta y otras teorías:
·
Modelo de aprendizaje de competencias: Referenciado con anterioridad, el aprendizaje por competencias
supone una aplicación de los contenidos aprendidos en diversas situaciones
(Marchesi, 2006). Se trata de que el alumnado aplique los conocimientos
adquiridos dentro del aula a situaciones de su entorno. El aprendizaje por
competencias requiere modificar la metodología de clase sustituyendo las
lecciones magistrales por aprendizajes más autónomos y referenciados en el
contexto físico, social y cultural de los alumnos. Los profesores “acompañan” y guían al
alumnado incitándolo a que realice conexiones de la teoría con la realidad, a que experimente y a que sea capaz de
establecer prioridades.
·
Modelo de la “tecnología educativa”: Consiste en el uso generalizado de las TIC en el aula no como
una herramienta auxiliar sino como un fin en sí mismo[12]. En una sociedad cada vez más influenciada por
los medios digitales y en donde, cada vez más, se están imponiendo profesiones
ligadas a los mismos, se asume una
concepción tecnológica de la educación:
los alumnos pueden aprender con herramientas digitales confeccionadas para tal
fin como aplicaciones para móviles, plataformas virtuales, recursos web o
videos online. En este caso el profesor asume una función muy clara: prepara
los materiales, establece los criterios de uso, determina la pertinencia de
determinadas herramientas, ejerce el control en el proceso y valora la eficacia de los resultados: “Los ordenadores han introducido nuevas
formas de comunicación, hasta el punto que permiten ya desde la misma infancia
una gran libertad de acción en el aprendizaje, pero al mismo tiempo colocan a
esa misma infancia en situación de vulnerabilidad y desorientación; por ello se
justifica la intervención docente ante el uso de la tecnología y la protección
que le pueda brindar” (Buckingham, 2002, p. 58).
·
Modelo de la educación virtual: e-learning y m-learning. Respecto al
último “el m-Learning se basa fundamentalmente en el aprovechamiento
de las tecnologías móviles como base del proceso de aprendizaje. Por tanto, es
un proceso de enseñanza y aprendizaje que tiene lugar en distintos contextos
(virtuales o físicos) y/o haciendo uso de tecnologías móviles[13]. Este modelo desarrollado en diferentes
experiencias “piloto” está mostrando resultados muy satisfactorios en los
distintos indicadores evaluados.
5.2. De la teoría
a la práctica: nuevos roles docentes.
Enumeramos aquí algunas de las experiencias reales llevadas a
cabo por los docentes tanto en contextos educativos formales como informales:
·
Aprendizajes horizontales y abiertos: El profesor y el alumno se sitúan a un mismo nivel, eliminando
así las jerarquías y las relaciones de poder. Además, potencian el aprendizaje
colaborativo y participativo[14].
·
Modelo Singapur[15]: el sistema educativo del país asiático se está centrando en
formar a sus alumnos en tareas de programación y desarrollo de tecnología. Los profesores
trabajan y aprenden de manera simultánea al alumnado.
·
Flipped classroom[16]: Son las llamadas clases invertidas. La teoría se deja para
casa y es en el aula donde se realizan diversas tareas con un componente
eminentemente práctico. El profesor resuelve dudas, guía y asesora a los
discentes, por tanto es un facilitador del aprendizaje.
·
Aprendizaje basado en proyectos: Donde el alumno se convierte en protagonista de su propio
aprendizaje. Los proyectos abarcan la mayoría de asignaturas y se convierten en
los ejes vectores del aprendizaje tanto en el aula como fuera de ella. El
profesor organiza, asesora y reorienta al alumno en todo el proceso educativo.
Los contenidos teóricos dan paso a un peso mayor de las habilidades y de las
actitudes (Clavo, 2005).
Estos son solo algunos de los nuevos cambios introducidos en la
educación y que han obligado a replantear la función que hasta ahora venía
asumiendo el docente. La gamificación
del aprendizaje, los aprendizajes cooperativos basados en la web 2.0. o los MOOC serían otros ejemplos de por donde transcurre los modelos
educativos en la actualidad.
6.
CONCLUSIONES:
EL PROFESOR DEL FUTURO ¿SUPERVIVENCIA O EXTINCIÓN?
Vivimos
en la sociedad de la información donde el acceso a los contenidos se puede
realizar a golpe de click, por lo que
el profesor ya no es esa especie de “sabio” que transmite los conocimientos a
las jóvenes generaciones de manera
unilateral. La web 2.0 deriva en
aprendizajes colaborativos y más horizontales, los cuales vienen a romper el
modelo de profesor tradicional. Sin embargo, no sabemos cómo será el profesor
del futuro, si existirá en la manera que hoy día lo entendemos o habrá sido
sustituido por robots provistos de inteligencia artificial.
Para
muchos especialistas, la figura del profesor es más reivindicada que nunca. En
una sociedad cada vez más aislada y desnaturalizada por la tecnología se hace
necesario el apoyo humanista y emocional de los docentes. En todo caso,
todo parece indicar que las clases magistrales desaparecerán y darán
lugar a profesores orientadores y facilitadores del aprendizaje.
7.
BIBLIOGRAFÍA.
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BAUMAN, Z. (2009). Los retos de la educación en la
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HARGREAVES, A. (2003). Enseñar en la Sociedad del Conocimiento (La
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[3] El
Informe Pisa del año 2015 en: https://www.oecd.org/pisa/pisa-2015-results-in-focus-ESP.pdf
[4]
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[6]Ministerio
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15/02/17 de http://blog.educalab.es/intef/wpcontent/uploads/sites/4/2016/11/2016_1128-Indicadores_TIC_2016_INTEF.pdf
[7]
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escolares de Europa 2011. Red Eurydice. Recuperado el 16 de Febrero de 2017
de http://eacea.ec.europa.eu/education/eurydice/documents/key_data_series/129ES.pdf
[8]
Platón afirma que el estado se gestaba en la educación y que, por tanto, los gobernantes debían de
recibir una esmerada educación desde la infancia: “Para la conservación del
estado es necesario que exista siempre en él un buen guía que posea el arte de
la educación […]”.
PLATÓN (1967) La República. Buenos Aires: Espasa
Calpe. Págs. 159-161.
[9] GÓNZALEZ
PÉREZ, T. (1993). La figura del maestro en la historia del pensamiento
pedagógico. Revista Interuniversitaria de
formación del profesorado, nº16, págs.135-144.
[10] DELORS,
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[11]
SIEMENS, G. (12 de diciembre de 2004). Conectivismo:
Una teoría del aprendizaje para la era
digital. Publicado bajo licencia de Creative
Commons 2005.
[12]
SARRAMONA LÓPEZ, J. (Febrero de 2006) El futuro de la tecnología de la
educación en perspectiva tecnológica. Revista
portuguesa de pedagogía, vol. 40. Págs. 185-199. El artículo señala cómo
los nuevos modelos educativos están siendo “mediatizados” de diversas formas
por la tecnología.
[13]
CANTILLO VALERO, C. ROURA REDONDO, M. SÁNCHEZ PALACÍN, A. (Junio de 2012).
Tendencias actuales en el uso de dispositivos móviles en educación. La Educ@ción. Digital Magazine, nº147. Recuperado
el 20/02/2017 de
http://educoas.org/portal/la_educacion_digital/147/pdf/ART_UNNED_EN.pdf
[14]
APARICI, R. y OSUNA ACEDO, S. (2013). La
Cultura de la Participación. Revista
Mediterránea de Comunicación, vol. 4, nº
2, 137-148. Doi: 10.14198/MEDCOM2013.4.2.07
[15]GUILLÉN,
B. (20 de junio de 2016) La escuela del futuro ya existe en Singapur, El País. Recuperado el 21/02/16 de http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2016/05/24/actualidad/1464106787_876822.html
[16] http://www.theflippedclassroom.es/
martes, 29 de marzo de 2016
PALMIRA O LA SINRAZÓN DE LA BARBARIE
Son criminales y terroristas. Provocan la muerte y el quebranto en miles de familias allá por donde pasan. ese es el dolor más grande. Esa es la pena que nos consume y nos duele a todos. Pero, aún más allá de esto, el Estado Islámico o Daesh está provocando enormes e irreversibles daños en un patrimonio cultural tanto artístico como arqueológico que nos pertenece a todos.
Lo hemos visto en las antiguas ciudades sumerias y acadias y estos días nos quedamos perplejos cuando vemos el nivel de destrucción al que han sometido la ciudad siria de origen grecorromano de Palmira.
Os dejo la noticia de la BBC con algunas imágenes para que comprendáis el grado de barbarie y reflexionéis sobre la situación con algunas de estas preguntas:
¿Es necesario conservar y proteger nuestro patrimonio artístico-cultural?
¿Qué supone la perdida material de ese pasado?
¿Qué podemos hacer para proteger los restos de nuestra historia?
jueves, 24 de mayo de 2012
jueves, 22 de marzo de 2012
miércoles, 21 de marzo de 2012
El descubrimiento del faraón Tutankamón
Fuente: Youtube channel
Un documental de Canal de Historia sobre los misterios que rodean la vida del faraón egipcio y de su descubrimiento.
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